REFLEXIONES SOBRE LA ENSEÑANZA DE LA DIRECCIÓN DE ORQUESTA
La enseñanza de la dirección de orquesta es una destreza artística realmente compleja y a la vez fascinante para el profesor. Tienes que encontrar los aspectos técnicos y musicales exactos para cada alumno con el único fin de que puedan mejorar y desarrollar su propia voz y personalidad artística.
Es un proyecto educativo a medio y largo plazo ya que a cada alumno le lleva su tiempo en comprender o reflexionar sobre ideas que no había reparado antes. Por ello por ambas partes, profesor y alumno, es fundamental poner en práctica habilidades también emocionales como la perseverancia, paciencia, resiliencia y sobre todo mucho empeño.
Por mi parte, es maravilloso y muy satisfactorio sentir el momento en que el alumno empieza a comprender lo que le acabas de explicar, así como percibir su entusiasmo antes sus nuevos resultados y avances.
Disfruto mucho enseñando, es muy diferente a interpretar, a dirigir orquestas, es más, son dos capacidades artísticas que se complementan y se enriquecen recíprocamente.
— Cristóbal Soler —